Las casas de acogida son el puente entre el abandono y una vida feliz. Cuando un animal necesita salir de la calle o del refugio, tu hogar puede convertirse en su salvación.

Ser casa de acogida significa abrir tu puerta de forma temporal para cuidar, dar cariño y ayudar a que el peludo se recupere mientras encuentra su familia definitiva. Tú pones el amor y el espacio; nosotros nos encargamos del resto (veterinario, alimentación y apoyo constante).

Gracias a las casas de acogida, muchos animales enfermos, cachorros o mayores tienen una segunda oportunidad que en una protectora sería muy difícil darles.

¿Te animas a salvar vidas desde tu casa? Escríbenos y forma parte de nuestra red de acogidas. Juntos podemos cambiar su destino. 🐾